¡Buenos días y bienvenidos de nuevo al blog!
En este post de hoy, vemos necesario tratar de explicar el por qué sobre el desprestigio de la música tanto en el ámbito educativo como en la sociedad en general. Tras reflexionar al respecto, no sabemos qué nos lleva a esta situación. A pesar de que todos y todas veamos los beneficios de la música, no le damos la importancia que verdaderamente debería de tener. Todos y todas somos conscientes de la importancia de esta en las aulas, pero luego, a los niños y niñas les exigimos las buenas calificaciones en las asignaturas de matemáticas, lengua, ciencias e inglés. Pero, ¿dónde dejamos la música?.
En uno de los anteriores post, hablamos sobre los beneficios de la música en educación infantil. En este hablamos de que no podemos entender la vida sin músuca. Desde la concepción, el feto produce música, produce un ritmo. En todas las acciones de nuestras vidas la música está presente, tanto en esos buenos y felices momentos como en los que no. Por ello, no podemos hacer que la música y sobre todo, la educación musical, pase de sapercibida por nuestras vidas. Pero, para ello, es necesario una buena formación y educación. Nos queda mucho trabajao por delante para conseguir esto.
E.Willems, escribió en su famoso libro llamado "El valor humano de la educación" en el que menciona algo como que "la música es la actividad humana más global, más armoniosa, aquella que el ser humano es, al mismo tiempo, material y espiritual, dinámico, sensorial, afectivo, mental e idealista, aquella que está en armonía con las fuerzas virtuales que animan los reinos de la naturaleza, así como con las normas armónicas de los cosmos" (Willems, 2002, p.25).
A lo que le podemos añadir, una cita pronunciada por el fílosofo alemán Friedrich Nietzsche ,el cual definió la música como “la auténtica expresión del mundo”.
No es lógica, otra concepción de esta, después de todos los estudios e investigaciones que aportan y aseguran de los muchos beneficios que tiene la educación musical desde edad temprana, como en las etapas más avanzadas de nuestro sistema educativo. Es inevitable no hablar de un desprestigio social hacia este ámbito de la educación. Si los niños y niñas sacan buenas notas en música, pero malas en matemáticas, no nos sirve. Hacemos caso omiso a esta, cometiendo un error abismal. Por ello, creemos que es necesaria una buena base, cambiar esas creencias y prejuicios hacia este ámbito. Y, por supuesto, que los maestros y maestras de educación musical, transformen sus clases y su docencia en sí, puesto que educación musical no es simplemente tocar la flauta en alguna festividad y colorear instrumentos. Como hemos dicho, es real la infravaloración, pero también por parte de los docentes también es necesario un cambio de actitud, y apostar por innovar sus prácticas, y hacer que la música nos llegue a todos y a todas por igual y que despierte en los niños y niñas curiosidad e interés hacia esta, como primer paso hacia el cambio. Todo cambio empieza por una buena actitud. Para innovar no nos hace falta miles de recursos, materiales, o dinero suficiente, aún más imple que todo ello, buena actitud y ganas de que se produjan los cambios.
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